ESPASMOS

 

¡Veni, Veni, Ave 'Finish'!, ¡y renueva la faz de la Tierra!

Las tres corrientes invencibles del siglo coinciden hacia una nueva inconmensurable epifanía: la liberación de la esclavitud del proletariado, la fusión de todas las religiones, la constitución de un Estado Mundial, que trae la Paz y la Reconciliación de la Humanidad. Ninguna fuerza humana es capaz de atajar la convergencia ineludible de esas tres corrientes. ¡Hermanos, zambullámonos en ellas y dejémonos llevar por el Hado benéfico e invencible! La Humanidad está a punto de ser divinizada. Un nuevo Dios, mayor que los antiguos va a aparecer. ¡Adorémoslo de rodillas! (Teilhard de Chardin, S.I.).

Estas son las voces que se oyen. Ellas convulsionan al mundo. Y, para colmo, el mundo no es ciego del todo, ve tuerto, que es la peor manera de ver; al mundo le falta la clave de los hechos que lo aturden y envuelven.

La clave de todos estos hechos es la siguiente: todo lo que hay de verdad en tan rotunda afirmación ha sido previsto y predicho; y nos fue anunciado por los Profetas. Ellos, sin duda, hablaron  en nombre de Dios, y dijeron la verdad. Pero además de anunciar la plenitud de Dios, y de su Reino en la Tierra, los Profetas dijeron también otra cosa: CRISTO VUELVE. 

(…) En una palabra, o el comunismo [“marxismo cultural”] es el Anticristo, o no lo es. Si no lo es, esa ideología obligará a la Iglesia (a mí el primero), a limpiarse, y después desaparecerá ante la alborada de una época mejor que la nuestra, y quizás esplendorosa - ¿qué sabemos? También desapareció el albigenismo de los cátaros, que en tantos aspectos se le pareció tanto; y dejó paso al siglo de santidad de San Luis IX.

Si el "marxismo cultural" es el Anticristo, entonces emprenderá a barrer no ya esta estructura temporal gastada y cansada de la religión de Cristo, sino por entero la misma religión de Cristo. Y entonces, forzará a que Cristo retorne, después de una breve y temible agonía de todo su cuerpo místico. ¡Que Dios nos dé vida para verlo! O, mejor dicho, que Dios haga como mejor le parezca. Y si nos da vida, que nos dé también fuerzas para verlo y aguantar. *[Efectivamente, porque se salvará un resto.]

Pero CRISTO VUELVE de cualquier manera, vuelve en los dos casos: o invisiblemente, en forma de una reacción purificadora de nosotros, los míseros cristianos de hoy, o visible y personalmente, cuando a nosotros la potencia política del Estado Mundial nos haya hecho polvo.  ¡Vuelve, oh Señor Jesús! ¡Maran-Atha! 

[Castellani, Carta a Barletta (Buenos Aires)]

* [A los veintitrés días de publicada esta entrada la repasé, y, para mi sorpresa, vi que la frase resaltada en naranja había sido podada por el segador inclemente (yo mismo la había vuelto a leer varias veces después de publicada) La frase es una puerta abierta a la idolatría, por la que parece que van entrando personajes ilustres.]