EL BARROCO, SEGÚN DE PRADA
Visitamos en la catedral de Valladolid la exposición recién inaugurada que junta (que confronta, para ilustrar su íntima unidad) una selección de las obras de los imagineros Gregorio Fernández y Juan Martínez Montañés, cúspides respectivas de las escuelas castellana y sevillana. Se trata de una exposición de una belleza abrasadora, que conmueve y a la vez sobrecoge; y que vuelve a demostrarnos que la nota distintiva del carácter español es la gravedad, una 'gravitas' sedienta de luz, victoriosa de las tinieblas, que adquiere su expresión más cuajada en el arte barroco. Así queda nítidamente reflejado en esta exposición prodigiosa de Fernández y Montañés, que nos permite entender las diferencias notorias y la íntima unidad de dos artistas de estilos diversos que se complementan y enriquecen mutuamente. Fernández y Montañés tal vez nunca llegaran a conocerse; pero participan de unas influencias similares y, sobre todo, de una visión espiritual común que eleva sus creaciones y en...